Aboy
Inicio del recorrido
Mirada al Cielo

La lógica de centralidad y jerarquía se intensifica en cada gesto del diseño barroco. La organización espacial responde a un recorrido que no solo es horizontal, sino también construye un relato vertical. “De ese modo, se crea una síntesis ideal de concentración y dirección” (Schulz, 1972, p.32) se hace evidente cómo la arquitectura barroca organiza las visuales para construir un relato espacial. No se trata solo de un recorrido físico, sino de una secuencia perceptiva diseñada. A medida que se avanza hacia el centro, las perspectivas se abren, las alturas aumentan y la luz cenital comienza a dirigir la mirada hacia lo alto, provocando una perspectiva visual hacia la cúpula.
Las visuales en el corte permiten entender cómo el espacio hace uso de distintas escalas donde se comprende la magnitud del centro. Este ascenso visual y físico potencia la idea barroca de que el espacio debe conducir y revelar un orden mayor En este sentido, la arquitectura se transforma en un medio para comunicar lo que es Roma, cuya representación simbólica se halla en el centro, el punto de convergencia de todas las direcciones.

Así, el corte muestra cómo todos los caminos, no solo los urbanos, sino los espaciales, conducen a un centro que representa a Roma como ideal, como eje del mundo, como sede del poder y de la espiritualidad. En este sentido, como señala Benevolo, mientras que en el Renacimiento una columna era simétrica con otra y se construía en función de ese principio, ahora la planta comienza a organizarse a partir de dos ejes principales, reforzando aún más esta idea de centralidad y jerarquía espacial.





Ejes principales
Mayor jerarquia
Jerarquia Intermedia
Menor jerarquia