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Influencias Tipológicas.

El historicismo se puede entender como una postura o movimiento del siglo XIX. Frente a la falta de un estilo contemporáneo dominante, se dirigió la mirada al pasado reviviendo varias arquitecturas al mismo tiempo pero ninguna tuvo la autoridad suficiente para sobrepasar a otra. “...encontró en las formas antiguas una manera eficaz de expresar las connotaciones culturales que implicaban valores que se deseaban eternos, universales e indiscutibles” (Iglesias, Arquitectura historicista en el siglo XIX, pag 43). Más que una simple reproducción, adaptó los modelos históricos a las necesidades y valores de la sociedad de ese entonces, proyectando ideas universales a través de la arquitectura. La manifestación de este espiritu romantico implicaba la creencia de un “concepto ideal de belleza” que no cambia ni expira, presente únicamente en la antigüedad. Se puede decir entonces, que estilos como el Neogótico, Neorrománico y Neoclásico, entre otros... reaparecen gracias a la reinterpretacion de dichos valores.

  Al hacer foco en el Neoclasicismo podemos decir que fue un movimiento que retoma la antigüedad grecorromana y se concidera como la expresion arquitectonica de la ilustracion: siendo que promovian la razon como guia para todas las acciones humanas y como respuesta al Barroco y al Rococó. Asimismo, se vió influenciado por el auge de las revoluciones —la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa— que fomentaron la unión de las formas clásicas con ideas de democracia, república, razón y permanencia. A pesar de su fuerte carga simbólica, el neoclasicismo no creó nuevas formas arquitectónicas, sino que se apoyó en tipologías preexistentes para transmitir esos ideales. En este sentido, la tipología hace referencia a las configuraciones espaciales que se repiten a lo largo de la historia. Son estructuras formales y funcionales que trascienden a los estilos pero no dependen de ellos y a su vez, permiten identificar modelos reconocibles en distintas épocas.En cambio, al hablar de estilo nos encontramos con multiples definiciones; lo interpretamos como el reflejo de los valores estéticos, culturales e ideológicos. “El ‘estilo’ ha sido definido […] como la expresión de una particular o específica visión del mundo por parte de los artistas que han intuido más profundamente las cualidades de la experiencia humana peculiar de su tiempo” (Collins, 1967, p. 58)

  A partir de esta distinción, resulta posible identificar una gran variedad de tipologías arquitectónicas, que se definen según su función, su esquema organizativo o su relación con el entorno. Cada una de estas categorías ha evolucionado y ha resignificadas su uso y espacialidad, para expresar los valores de la razón, la ciudadanía y el progreso; conservando patrones reconocibles que permiten rastrear continuidades en la historia de la arquitectura:

La planta Longitudinal:

  La organización espacial se encuentra definida por un eje principal predominante que ordena al edificio. Esto produce una direccionalidad, que genera un recorrido lineal donde cada tramo remata a punto de mayor relevancia. "La arquitectura, entendida como monumento conmemorativo, tiende a expresar en piedra los nuevos valores civiles del Iluminismo revolucionario. El énfasis y la retórica se expresan en los monumentos y en los proyectos que tienden en este momento a asumir un valor cultural y autónomo." (Patteta, L, 1975, p.338). El “énfasis y la retórica” mencionados en la cita se manifiestan en la composición espacial, donde cada espacio “habla” y conduce al espectador al punto simbolicamente central. 

  Un ejemplo destacado de esta tipología es la Iglesia de la Madeleine en París, donde el eje principal organiza el recorrido desde la entrada hasta el altar, el centro de la celebracion litúrgica. En los laterales cuenta tambien con naves secundarios que de igual manera refuerzan la idea de un espacio que se dirige hacia un punto significativo combinando monumentalidad y racionalidad formal.

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Iglesia de la madeleine - Paris , Francia 1845

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Jerarquía espacial a lo largo del recorrido.

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La direccionalidad enfatiza la monumentalidad y la función simbólica del espacio.

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Recorrido hacia el Altar.

La planta centralizada:

  La centralidad de la planta se obtiene en torno a un núcleo principal, donde todas las circulaciones y actividades confluyen, creando un espacio de equilibrio y armonía. Este es el lugar de mayor relevancia, mientras que los espacios secundarios se vinculan a él favoreciendo así la percepción y equilibrio; otorgandole al edificio un carácter simbólico, de razón y proporción. Un ejemplo distinguido de esta tipología es la Basílica de San Francisco de Paula donde la planta se organiza a partir de una gran rotonda circular cubierta por una cúpula. De este modo, el núcleo centralizado es el espacio dominante y define la composición del edificio, mientras que los espacios anexos se distribuyen de manera equilibrada su alrededor.

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Basilica de San Fancisco de Paula - Nápoles, Italia 1846

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Nucleo centralizado.

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Espacios anexos.

Arco de Triunfo:

  El orden funcional de este monumento se organiza a partir del pasaje: un espacio que se abre permitiendo el cruce de un lado a otro. Resulta ser un hito urbano que posee funciones simbólicas y a la vez un límite atravesable, que delimita la transición del espacio.

  Esta pensado con el fin de ser un monumento conmemorativo y en el Neoclasicismo se resignifica como símbolo del poder político, de la gloria militar y de la idea de eternidad heredada de Roma. Su geometría clara, la simetria de sus vanos y la precencia de elementos clásicos lo convierten en un emblema de los valores ilustrados de racionalidad y grandeza.

  El Arco de Triunfo del Carrusel ubicado en Francia responde a un modelo histórico arquitectónico, definido por su función conmemorativa y de importancia a nivel urbano. Marca la transición entre la Plaza del Carrusel y los alrededores del Louvre. Por otro lado, reproduce el esquema tripartito romano: cuenta con un arco central mayor y dos arcos laterales menores, enmarcados por columnas corintias adosadas reforzando la grandeza y el poder político. “La arquitectura debe imponer, a través de su presencia física, el poder de una cierta sociedad sobre las masas que debe gobernar.” (Patteta, L, 1975, p.339)

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Arco de Triunfo del Carrusel - Paris , Francia 1806

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Ornamentación significativa. 

Pasajes emblematicos.

  Podemos decir, en conclusión, que el Neoclasicismo, como expresión arquitectónica de la Ilustración, retoma las formas grecorromanas para proyectar valores universales como la razón, la democracia y la permanencia. A través del uso de las distintas tipologías históricas se resignifican los modelos clásicos con el fin de transmitir nuevos ideales políticos y sociales. La planta centralizada se asoció a la universalidad y el equilibrio; la planta longitudinal, a la tradición religiosa reinterpretada sin un sistema de creencias rígido; el arco de triunfo, a la propaganda política. En todos los casos, la fuerza del estilo neoclásico residió en su capacidad de otorgar al pasado un sentido de permanencia y legitimidad, convirtiéndose en un lenguaje de modernidad a través de la tradición.

Bibliografía:

  • Patteta, L, (1975), Historia de la arquitectura: antología crítica, Madrid, Celeste Ediciones, S. A.

  • Collins, P, (1967), Los ideales de la arquitectura moderna, Barcelona, Gustavo Gili, S.A.

  • Iglesias, R, (2005), Arquitectura historicista en el siglo XIX, Buenos Aires, Nobuko

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