Aboy
Vivencia urbana
El camino del peregrino

Al analizar las visuales, resulta inevitable observar cómo la iglesia se vincula con la plaza, ya que ambas fueron concebidas como un conjunto integrado. Para guiar e impactar a los visitantes de manera controlada, jerárquica y con una fuerte carga simbólica, la plaza se organiza mediante una forma elíptica y una columnata que inicialmente se abre y luego se estrecha rápidamente hacia el pórtico de la iglesia, elevándose finalmente hacia la cúpula.
Podemos decir entonces, que esta plaza y esta coregreafía de visuales funcionan como una “antesala” del templo donde el objetivo es una perspectiva que dirige la atención al centro, a la iglesia. A su vez, la basílica funciona como un punto final de un nuevo sistema de calles, que abraza y dan la bienvenida a los peregrinos.



“Las principales calles [...] proponían como una de sus funciones más importantes la conexión de las siete iglesias de peregrinación”. (Morris,1998, p.9). Es así como no solo se conectan los lugares sino que se generan ejes visuales claros y simbólicos, en San pedro esta secuencia esta pensada desde la ciudad y culmina en su interior
